Chapter 1 - Only Chapter

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Los primeros rayos de sol de la mañana comenzaban a filtrarse por los cristales del rústico carromato. Marion entornó los ojos y se desperezó. Miró a su alrededor y se encontró con las miradas perdidas, aguadas y distantes de los ojos inanimados de las marionetas dispuestas a lo largo de las paredes y el techo. La pequeña les devolvió la mirada, parecían tan vivas y muertas a su vez........
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Mari tenemos función- la interrumpió de pronto de sus pensamientos la entrada de su padre.
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Marion se levantó lentamente y terminó de estirarse. A veces aquellos muñecos eran su única compañía, a veces era mejor confesarles sus pensamientos, ellos nunca se quejaban, ellos siempre te escuchaban, ellos nunca te obligaban a hacer cosas que realmente no querías......

A lo largo de la mañana hubo tres funciones, Mari se encargó de animar 7 marionetas distintas que hicieron reír a grandes y pequeños por igual. Estaba cansada, no le gustaba tener que manejar muñecos durante todo el día, ni cambiar de ciudad cada dos por tres. Nunca tenía tiempo de hacer amigos, ni si quiera de acostumbrarse a un sitio fijo. Si al menos su madre estuviese viva........Sintió deseos de llorar pero contuvo las lágrimas. A penas le quedaban ya recuerdos de su madre, hacía solo dos años que había muerto y poco a poco se escapaba de su memoria pero no de su corazón. Recordaba pequeños detalles que siempre le hacían sentirse mejor como cuando se caía y le vendaba la rodilla tras darle un beso y decirle que no se preocupase, que mamá estaría allí...... pero ya no estaba. Se sentó en las escaleras de la puerta trasera del antiguo teatro Parisino en el que habían hecho las últimas funciones y trató de recuperar la compostura. Solo las niñas tontas lloraban, o al menos así lo decía su padre, y Mari no quería ser una niña tonta. De pronto algo llamó su atención, había algo tirado junto a los cubos de basura donde varios gatos hambrientos daban cuenta a los últimos restos de la cena de alguien. La curiosidad la venció y se acercó a mirar. Solo era otro estúpido muñeco, un pistolero viejo al que le faltaba un ojo que colgaba inerte. Se disponía a volver al campamento cuando sintió una fuerte atracción que provenía de...(no puede ser)....aquella marioneta. Se acercó de nuevo a ella y la tomó entre sus manos. Comenzó a sentir como las dudas se aclaraban, como los recuerdos dolorosos desaparecían, aquel muñeco la comprendía, Mari sabía que si, él también se sentía solo y abandonado, también se sentía relevado a un rincón oscuro donde nadie se preocupaba por él.

“No quiero estar sola - pensó Marion creyendo que el muñeco podía leer sus pensamientos- Mari no quiere estar más tiempo sola”

De pronto le pareció ver que la marioneta se movía y por un momento pensó que tenía vida, pero era imposible, los muñecos son inanimados.

Volvió a su carromato, aún con el juguete entre sus brazos, dándole pequeños apretones contra su pecho cuando quería sentirse más segura. Una vez dentro, se recostó con el muñeco junto a ella y no pudo evitar caer lentamente en un profundo sueño.

-Mari - le despertó la voz de su padre- se puede saber donde te habías metido????. Tras la función te fuiste sin más, quien te crees que eres???? Recuerda que soy yo quien cuido de ti, si, YO, tu madre nos abandonó y ahora soy yo quien tiene que hacerse cargo de una mocosa como TU....

Marion volvió a sentir deseos de llorar, no comprendía como la actitud de su padre había cambiado tanto desde que su madre murió, entonces sintió como el muñeco aún entre sus brazos parecía devolverle el abrazo, parecía calmarla con dulzura.........
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Debía haberte dejado en el pueblucho italiano donde naciste.- Su padre abandonó el carromato dando un último y sonoro portazo.
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La pequeña rompió a llorar sin poder contenerse y arrojó lejos de sí el muñeco que sostenía entre sus brazos.
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No puedes hablar, no puedes moverte, no sirves para nada, no eres más que otro muñeco viejo y abandonado!! - alargó el brazo para alejarle más de ella pero al tocarle este se levantó. Mari adquirió una mueca de sorpresa y sus ojos se abrieron inmensamente soltándolo de golpe. El muñeco cayó inerte pero cuando Marion volvió a tocarle, de nuevo se animó. En un principio quiso sentir miedo pero no podía, sabía que no le pasaría nada, que no quería hacerle daño.
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“Mari está bien - pensó utilizando la técnica que su madre le enseño, siempre que uno habla en tercera persona siente como que hay alguien más animándole, como ella le decía.- Mari no tiene miedo de un muñeco”

Necesitaba que alguien la calmase, que alguien le dijese que todo saldría bien, entonces el muñeco aun en sus brazos la abrazó cariñosamente. Marion le devolvió el abrazo.
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Siento haberte gritado - le dijo al juguete - pero estaba muy enfadada, mi papá no me quiere, o al menos ya no me quiere como antes.....
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Volvió a sentir deseos de llorar pero la marioneta la abrazó con más fuerza.
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¿Sabes lo que haremos?, nos iremos de aquí, abandonaremos este lugar y estos carromatos, nos iremos lejos donde nadie puede hacernos daño, y nunca estaré sola porque siempre te tendré conmigo, Chuck.............
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Seguidamente abandonó el lugar despacio, con su muñeco entre los brazos, apretándole contra ella, la luna llena bañaba sus dorados cabellos recogidos en dos largas coletas, una silueta que abandona su hogar, una sombra en la noche que comienza una nueva vida, pero esta vez, ya no estaría sola nunca más........

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